martes, 16 de julio de 2013

Cirugías

Teatro breve
Teatro mínimo

Personajes: 

Camelio (el “S” 9)
Bernabé ( el “S” 6)
Secuestrado
Voz en off de el “S” 3

La luz se va haciendo paulatinamente sobre la escena: un sótano húmedo, un mueble viejo con chácharas, una mesa mugrienta, sillas desvencijadas. Sentado en una de las sillas, Bernabé, revisa una cartera. En otra silla, inmovilizado con cinta canela y con un costal negro cubriéndole la cabeza, está el secuestrado quien parece dormitar de cansancio. Camelio, desde la oscuridad, escucha atentamente las instrucciones que les están girando por radio. Va armado.

“S” 3 (Off):
S “9”… S “9” procedan con el conejito. Luego, esperen instrucciones. Cambio
Camelio:
S “3”, aquí “S” 9 copiando… ¿conejito deja conejera? Cambio.
“S” 3 (Off):
No sea pendejo, “S” 9… hay que sacarle filetito a conejito…
Camelio:
¿Está seguro, “S” 3? Cambio
“S” 3 (Off):
Chingada madre, “S” 9 ¿qué no oyó? Su pinche familia no va a soltar ni madres si no ejercemos presión. Procedan con el conejito y en un rato les llamamos para que sepan a qué horas pasan por el filete. Cortando.
Camelio corta comunicación. Mira el triste panorama, no sabe qué hacer. 
Camelio:
 (Observando lo que inspecciona Bernabé) ¿De dónde sacaste eso?
Bernabé:
Estaba junto al carro… se le debe haber caído a este cuando lo encajuelamos… (Agitando el recorte de una chica de playboy) ¡Ay, cabrón…  “ira” que vieja tan rica  trae… y  bien dobladita…!
Camelio:
(Arrebatándole la cartera y el recorte) Esto es mío, no seas pendejo (los guarda). Hay que proceder… quieren un filete… de conejito. 
Bernabé:
¡Por fin, algo de acción! en caliente… tráete el alcohol… algodón… el cutter...
Al escuchar esto, el secuestrado brama desesperado desde su inmovilidad. Bernabé se estira haciendo aspavientos. Va al mueble, busca lo que le pidió Camelio quien, en tanto, desata la mano izquierda del secuestrado que intenta resistirse. Manotea, Camelio no puede controlarlo.
Bernabé:
Chale… me hubiera traído camisa oscura, esta va a valer madre… cutter, algodón… alcohol… ¿qué más?
Camelio:
No sé… ¿anestesia hay?
Bernabé:
¡No mames que anestesia! (Agitando una liga de látex) la liga…  así se hace menos puerquero…
Bernabé se acerca a Camelio, coloca las cosas al alcance, el secuestrado intenta, con la mano libre, manotear para  liberarse. Bernabé se pone tras él y lo contiene.
Bernabé:
Ya pues, quieto si no quieres que te rebanemos la mano entera. No te va a doler, papá, es rapidita la cosa… para que tu familia aprenda que esto no es un juego. (A Camelio)  Vas, córtalo tú.
Camelio:
¿Qué? ¡No chingues!… ¿a poco crees que lo voy a hacer yo? ¡Tú eres el experto!
Bernabé:
Ni madres, yo tengo más rango en el comando… yo S6,  tú S9…  ¡Vas!
Camelio:
No me hagas eso, S6, vas…
Bernabé:
¡Pinche Camelio! si no tienes tanates para rebanar cristianos  ¿Para qué te andas metiendo en esto? (Maniobra sobre el secuestrado, fijándole la mano sobre la mesa con cinta canela)
Camelio:
¡Chingada madre, S 6,  no digas mi nombre, te está oyendo este!
Bernabé:
Ya pues, ni que fuera a salir vivo de esta… yo no tengo la culpa de que te hayan puesto ese pinche nombre tan culero… A ver, voy… (Saca el cutter. Burlón) ¿Cuál dedito ocupas menos, papá? (El  secuestrado llora. Bernabé levanta el cutter) Camelio, distrae a Bernabé)
Camelio:
(Incapaz de ver mutilación, abruptamente, para distraer a Bernabé) ¡Yo me lo puse!
Bernabé:
¿Qué?
Camelio:
El nombre de Camelio… es el…  mi primer paso…
Bernabé:
(forcejeando con el secuestrado) Ah, chingá… No te entiendo, Came… ayúdame y luego platicamos
Camelio:
Sí, Bernabé, el primer paso…  yo… no te vayas a agüitar,  pero… ¿cómo te explico? Pues… (de golpe)  quiero ser Camelia, Berna… ¡pero no soy joto!…  eso no… con este bisne, pensaba irme al gabacho a buscar un buen cirujano… ya sabes… para...cambiar… de sexo…
Bernabé:
No mames, Came… entonces sí eres joto.
Camelio:
¡Claro que no!… me laten las viejas, de a madres, Berna… pero… es como si mi cuerpo no fuera el…  la neta es que no sé ni porque te lo estoy diciendo… pero eso es lo que siento… y necesito varo, Berna…  (Agitando las manos delante del pecho) quiero tener unas de las de acá…  y siento como que… pues… como que me sobra algo… (señala su pelvis) Con lo que me toque, me voy a pagar  la cirugía… pero cortar dedos, no mames, Berna. Yo no hago eso.
Bernabé:
(Muy serio) Entonces, sí… sí eres jotito, Came… aunque te gusten las viejas.
Bernabé y Camelio se miran. El secuestrado deja  moverse… golpea el piso con el pie, los frota contra las baldosas… como buscando crear una suerte de código.
Bernabé:
¿Y ora, este? Ya, hay que cortarlo en caliente…
Camelio:
Espérate…  quiere decirnos algo…
Camelio le descubre el rostro. El secuestrado, aunque aterrorizado, intenta controlarse y masculla algo. Bernabé le quita la cinta de la boca.
Secuestrado:
Disforia…
Bernabé:
¡Ah pero que pendejada es esa…! (Amenaza con golpearlo, Camelio lo detiene)
Secuestrado:
¡Disforia de género!… Muchos sienten lo mismo que tú…… ¡yo puedo ayudarte!
Camelio:
(Desconfiado) ¿Cómo?
Bernabé no espera, le vuelve a poner cinta en la boca al secuestrado.
Camelio:
¡Déjalo hablar, chingá!
Bernabé:
No hay tiempo para tus joterías…
Camelio saca el arma  y le apunta a Bernabé.
Camelio:
Quítale la cinta. ¡En caliente, pues!…
Bernabé:
(Mientras le quita la cinta al secuestrado) Esto te va a costar una putiza, pinche Came… acuérdate que tengo más rango que tú…
Camelio:
Pinche rango jodido… si nomás somos 9 en la banda… (sin dejar de encañonar a Bernabé) A ver, tú… ¿y cómo está eso de que me puedes ayudar?
Secuestrado:
Soy cirujano plástico… de los mejores… puedo operarte…
Camelio:
Nomás te está choreando, pinche Camelio…
Secuestrado:
Busca mi tarjeta en la bolsa de mi camisa… trae mi página de internet, puedes checarla… hay fotos de las cirugías que he hecho.
Camelio:
¿Y cómo en cuanto anda saliendo una operación de esas?...
Secuestrado:
Depende… si sólo quieres prótesis en pectorales… o cambio total… podemos negociar…
Bernabé se lanza y sujeta del cuello al secuestrado. Camelio le apunta a Bernabé.
Bernabé:
¡No seas pendejo, Came! ¡Baja el arma y vamos a cortarlo ya! No tardan en llegar por el dedo…
Secuestrado:
¡Si me mutilan no podré operarte…! ¡Lo haré gratis, te lo juro!
Bernabé:
¡No te va a servir de nada tener chichis cuanto te parta tu madre el S1!
Camelio apunta, no sabe qué hacer, finalmente baja el arma. Bernabé vuelve a cubrirle la cabeza al secuestrado y prepara el cutter. El secuestrado se agita. Camelio, abre la botella de alcohol, Bernabé espera que eche un chorro sobre el dedo que va a cercenar, pero Camelio, súbitamente, le arroja el alcohol a la cara, cegándolo. Le quita el cutter de la mano y se lo clava en el cuello. Bernabé, atónito, se tambalea y cae. Camelio se recupera, le descubre la cabeza al secuestrado, quien lo mira aterrorizado. Camelio se sienta frente a él, saca   de la bolsa la cartera y de esta el recorte de la revista de playboy…
CAMELIO:
Así… quiero… parecerme…tener todo eso… ¿se puede?  
El secuestrado observa la foto, mira a Camelio, asiente en silencio. Camelio,  feliz, comienza a desatar al secuestrado.